El Concello de Ourense abre un expediente informativo, de carácter sancionador, al Instituto de Educación Secundaria Portovello, por el vertido de unos mil litros de gasóleo a la red de alcantarillado que fue a parar a la depuradora municipal de Reza. El titular de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, admite que aunque este caso "no es comparable con la pérdida de combustible de los depósitos de Adif", que alcanzó los 55.000 litros, los hechos están siendo investigados de forma minuciosa y previsiblemente el centro será sancionado.
Espinosa explica que de forma paralela a la investigación que está realizando su departamento, el Concello creará una comisión, formada por dos personas, un técnico sobre la materia y un jurídico, para determinar las posibles responsabilidades del centro.
El concejal de Medio Ambiente admite que el instituto no tendrá que afrontar una sanción tan elevada como la de Adif, "en la que aplicamos el baremo máximo, por realizar vertidos peligrosos, incumpliendo las ordenanzas municipales, y no avisar de la fuga, mientras que en este caso han concurrido otras circunstancias, además de la diferencia en el volumen de la fuga". Pero además, la administración local le repercutirá "todos los gastos que ha generado en la depuradora", por incremento del consumo de la energía eléctrica, tratamientos y personal.
Espinosa resalta que tras el vertido de Adif, personal de Medio Ambiente detectó "una gran mancha de color del vino, bajo la planta de bodegas Arnoia", que también ha investigado. Y advierte de que la depuradora ha comprobado que los viernes y los sábados se produce "un repunte de combustible en la red de alcantarillado", por lo que el Concello de Ourense también va a iniciar una investigación para comprobar si algunos talleres de automóviles y de maquinaria echan directamente aceites y carburantes a la red de saneamiento, aprovechando que en principio esos días no hay operarios trabajando. Demetrio Espinosa avisa de que la administración local sancionará con todo el rigor que permite la normativa actual a las empresas que realicen ese tipo de prácticas.
Espinosa admite que las tareas de investigación para comprobar el lugar del vertido son muy laboriosas. "Tenemos que ir levantando tapas, para seguir el rastro, hasta que encontramos el lugar donde se realizó
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