
En muchas parroquias el velatorio se hacia en la propia iglesia, se le llevaba desde su casa hasta la iglesia en un "escano" una especie de parihuela de madera y desde allí al cementerio. Cuando había un muerto en una aldea, ya fuera el velatorio en su casa o en la iglesia, acudían la totalidad de los vecinos a velar el cadáver, en núcleos de población más habitados, sólo acudían conocidos o allegados. La costumbre era que mientras las mujeres rezaban, los hombres ocupaban la cocina y se les servía aguardiente, luego se cenaba copiosamente y para pasar la noche se hacían juegos y pasatiempos.Hasta el último cuarto del siglo XX las viudas llevaban luto de por vida, el resto de los familiares tras el luto, que duraba años, pasaban al alivio antes de vestir de color. Referir que las mujeres en la Costa de Muerte hasta hace muy poco, iban de luto casi de por vida, primero era el abuelo, el padre, el marido, los hijos y si le daban tiempo, los nietos Se le lloraba al muerto y en función del poder económico de la familia se contrataba a choronas (plañideras) algunas alcanzaron gran fama, como la de Cangas.
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